Lunes,
6:30 de la mañana. Las previsiones no son nada halagüeñas, puesto que hay
previsto menos tamaño que el domingo. Tras un desayuno completo nos vamos a
comprobar como está el mar en Cantinho y Lagido… En Lagido, en el pico más
cercano al castillo la serie más grande llegará al metro y poco, y es lo único
que hay surfeable por la zona.
Anthony,
Jan, Toby y yo nos decidimos a entrar. Erwan prefiere no gastar su energías y
se queda fuera grabando la sesión. Obviamente el frio viento y la lluvia no
invitan a entrar al agua, pero para eso hemos venido hasta aquí. Un par de
alemanes más nos acompañan en el agua.
Al
estar en el agua tan pocos no hay problemas con la serie, ya que hay ola para
todos. Al cabo de un rato los alemanes deciden salirse y nos quedamos en el
agua solos… hacía mucho que no disfrutaba de un baño únicamente con amigos, ya
que la masificación de este deporte hace que cada vez sea más difícil. Alguna
que otra buena ola completan la mañana, y poco a poco damos por terminada la
sesión al ver cómo la marea va dejando a la vista las rocas que amenazan
nuestra integridad y la de nuestras tablas.
Tiempo
para ir a reponer fuerzas en Ferrel a base de cafés, tés y pasteles de nata y
chocolate. Después un buen rato de relax en el jardín aprovechando que el sol
aparece. Risas, música y algo de skate van dando paso al hambre, así que les
sugiero hacer una tortilla de patatas para comer y aceptan de buen agrado. Por
fin podemos disfrutar de una comida en la terraza con algo de sol, ya que el
tiempo no está acompañando mucho estos primeros días. Después de comer, Marcos
nos visita en la casa y charlamos durante un buen rato sobre el surf y la
continua aparición de escuelas por todos los lados. El verano se ha convertido
en un periodo en el que surfear se hace cada vez más difícil.
El
tiempo pasa rápido, y decidimos ir de nuevo a la bahía para hacer un último
baño. Esta vez Anthony y yo nos quedamos fuera, al calor del wifi de la
cafetería. Jan, Erwan y Toby entran al agua aunque las olas no son nada del
otro mundo. Anthony y yo chequeamos las previsiones para los próximos días. Un
swell potente entra desde el norte, lo que garantiza olas de 3 y 4 metros para
los próximos días. El problema puede ser el viento del martes, que también es
norte y elevado, y puede desordenar por completo el mar. El miércoles cambia a
sur, y las condiciones pueden ser épicas. Veremos.
Por
la noche, damos cuenta de unos buenos pescados a la brasa y nos vamos pronto a
la cama… nunca se sabe cómo aparecerá el mar al día siguiente, pero hay que
estar preparado para todo.
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