Es martes, las previsiones por fin dan un parte bueno de
olas después de varios días sin nada reseñable. Conforme se acerca septiembre,
los partes deberían de ser mejores, así que a partir de ahora todo lo que
venga, tiene que ser bueno…
El mar se supone que va aumentando a lo largo del día,
llegando a 1,8 y periodo 10 a última hora de la tarde. Como muchos de nosotros trabajamos
a la mañana, el plan parece perfecto.
Así que a las 15:45 estamos en Decathlon bajo un calor
tremendo, Axier, Plas, David, Josu y yo dispuesto a darnos un buen baño. Javi y Patricia también se animan, pero saldrán un
poco más tarde.
El camino se hace muy ameno hablando del Billabong Pro
Tahití, que se ha celebrado esta semana bajo unas condiciones épicas, y nos ha
hecho disfrutar de lo lindo… también hubo tiempo para la polémica, analizando
si Medina estaba siendo sobre puntuado este año o no, ya que ya van varias
mangas en las que mucha gente no está de acuerdo con las puntuaciones…
El caso es que llegamos a Zarautz con 10 grados menos de los
que había en Pamplona, y una ligera lluvia, lo que nos facilitó mucho encontrar
sitio para aparcar. Aun así, muchos como nosotros se habían animado a disfrutar
de las olas durante la tarde.
El Plas y David aparcaron en la otra punta de Zarautz, y
quedamos directos para entrar al agua. Las condiciones eran muy buenas. No
había viento, la serie tardaba en llegar, y cuando lo hacía podría llegar a
rondar el metro y medio. Hoy tocaba disfrutar.
Al poco de entrar al agua ya estaban Javi y Patri con
nosotros. Dá gusto estar en el agua rodeado de tantos amigos en un día con tan
buenas condiciones.
Todos nosotros disfrutamos durante las más de 2 horas que
estuvimos en el agua, aprovechando la cantidad de picos que se formaban con
olas fáciles y divertidas. El cansancio poco a poco fue haciendo mella, sobre
todo después de ser un verano en el que no hemos entrado mucho al agua. Ya en
la última ola, noté cómo se me subían los dos gemelos a la vez, y me quedé sin movimiento
y sin poder estirar en el agua. El bueno de Miguel, que pasaba por ahí
remontando, me hizo el favor de estirar, con tan mala suerte que llegó una
serie en ese momento y nos arrastró a los dos, golpeándose las tablas entre
ellas, la suya se llevó la peor parte, y dándose otro golpe en el labio que le
hizo una pequeña herida… la verdad, no era la mejor manera de acabar el día. Sirvan
estas líneas para agradecer a Miguel su buena voluntad y lamentar la mala
suerte que tuvimos.
Pero el día nos deparaba una nueva sorpresa… cuando llegamos
a la furgo Josu y yo, no pudimos abrir el surf lock que contenía la llave. Con
lo cual no podíamos ni cambiarnos ni volver a casa. Axier se había salido antes
del agua, pero no sabíamos si había podido cambiarse o no… Josu se fue a buscar
a David y Miguel para no quedarnos tirados, mientras yo intentaba abrir el
candado. Al poco llegó Axier, que ya se había cambiado, y no tuvo ningún
problema en abrir la furgo y cambiarse. Misterios de la ciencia… o del óxido
que tenía el candado…
Miguel y David llegaron para echarnos una mano, pero ni con
3 en 1, ni con Coca cola, ni a la fuerza… mención especial para un policía municipal
de Zarautz, que tras pasar 3 veces por nuestro sitio, se aseguró de que no estábamos
intentando robar, y cuando le contamos el problema, desapareció encogiéndose de
hombros… al final, tras analizar las posibilidades con el seguro, David se
acercó al cuartel de la Ertzaintza, y finalmente apareció una patrulla con unas
tenazas gigantes. En cuestión de 5 minutos habíamos reventado el candado y ya
pudimos entrar, cambiarnos y volver a casa, casi 2 horas más tarde de lo previsto,
pero con una sonrisa en la boca, que es lo importante. A ver si a la siguiente,
no tenemos un final tan accidentado.
Por cierto, ya van más de 30.000 visitas al blog… gracias
por seguir!!